El domingo pasado, se perdió Coco (coqueto como le digo cuando le hago mimos), mi primer perro, esta viejito, bastante sordo y ve poco.
Anda tambaleando todo el tiempo y requiere mucho cuidado.
En casa esta su cucha limpia y calentita esperándolo, el plato con el alimento y su recipiente con agua, el cual cambio sistematicamente por la mañana y a la tarde cuando regreso del trabajo.
Hay mucha gente buscándolo, yo la verdad no pierdo las esperanzas de encontrarlo o de que alguien, al verlo tan debilucho le haya dado asilo.
Hoy pensaba que Coquis hace 7 años que es parte de mi vida, llego a casa por Carolina y nos costo bastante querernos, a el lo había adoptado Carolina con su pareja anterior y entre la repartija quedo para ella.
Con este perrito pague derecho de piso, me hacia notar que era la causante de su cambio de hogar, de que junto con su otra madre, se haya ido esa armonía familiar en la cual gozaba de todos los mimos y beneficios que acarrea la exclusividad de ser la única mascota-hijo de la casa.
De golpe y porrazo llegaba yo; le sacaba su madre y por si fuera poco, conmigo llego Ossiris la gata mas bella pero odiosa que existe en la faz de la tierra, que por otra parte no paraba de gritarle y romperle las pelotas cada minuto del día.
Con el tiempo nos empezamos a querer; un día salgo del trabajo y Coquis estaba esperándome, en ese momento entendí porque hay personas que aman tanto a los perros, sentí que me había aceptado y desde entonces fue mi compañero fiel de caminatas, hasta que se empezó a poner mas viejito y suspendimos los paseos, pero siempre encontrábamos nuestro momento para desmotrar lo mucho que nos queríamos.
Ultimamente tenia los ojitos húmedos y tristones, no se porque me salia pedirle que no se le ocurriera morirse; cuado lo veía muy quieto lo tocaba suavecito para que se despierte, le buscaba la mirada y le repetía que no se le ocurra dejarme.
El domingo cuando lo llamaba y no volvía pensé; este viejo cascarrabias, por darme la contra se tomo el palo así no lo jodia mientras se moría. Alguien, que quiero mucho, un día me dijo que tengo un pensamiento derrotista y se que esto suena así, pero es tan raro que nadie lo haya visto por ahí, aunque mas no sea tirado a un costado.
Yo en el fondo lo sigo esperando, porque los dos habíamos entendido que por mas cambios, separaciones o mudanzas,Coco se venia conmigo y no por repartija o herencia, se venia por el simple e importante hecho de habernos elegido...
Con este perrito pague derecho de piso, me hacia notar que era la causante de su cambio de hogar, de que junto con su otra madre, se haya ido esa armonía familiar en la cual gozaba de todos los mimos y beneficios que acarrea la exclusividad de ser la única mascota-hijo de la casa.
De golpe y porrazo llegaba yo; le sacaba su madre y por si fuera poco, conmigo llego Ossiris la gata mas bella pero odiosa que existe en la faz de la tierra, que por otra parte no paraba de gritarle y romperle las pelotas cada minuto del día.
Con el tiempo nos empezamos a querer; un día salgo del trabajo y Coquis estaba esperándome, en ese momento entendí porque hay personas que aman tanto a los perros, sentí que me había aceptado y desde entonces fue mi compañero fiel de caminatas, hasta que se empezó a poner mas viejito y suspendimos los paseos, pero siempre encontrábamos nuestro momento para desmotrar lo mucho que nos queríamos.
Ultimamente tenia los ojitos húmedos y tristones, no se porque me salia pedirle que no se le ocurriera morirse; cuado lo veía muy quieto lo tocaba suavecito para que se despierte, le buscaba la mirada y le repetía que no se le ocurra dejarme.
El domingo cuando lo llamaba y no volvía pensé; este viejo cascarrabias, por darme la contra se tomo el palo así no lo jodia mientras se moría. Alguien, que quiero mucho, un día me dijo que tengo un pensamiento derrotista y se que esto suena así, pero es tan raro que nadie lo haya visto por ahí, aunque mas no sea tirado a un costado.
Yo en el fondo lo sigo esperando, porque los dos habíamos entendido que por mas cambios, separaciones o mudanzas,Coco se venia conmigo y no por repartija o herencia, se venia por el simple e importante hecho de habernos elegido...
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